El Agua
El agua compone aproximadamente el 72% de nuestra piel, más del 83% de la sangre, un 80% de los pulmones, los huesos contienen un 22% de agua, los músculos un 76%, el tejido graso un 10% y el cerebro un 75%,basada en estos datos la ecuación es clara.
La calidad del agua que consumamos tendrá de todos nuestros órganos. un impacto importante en el funcionamiento Es por esto que quiero atender con especial énfasis a este SUPERALIMENTO. Prestemos más atención a la calidad, cantidad y manera en la que tomamos agua.
Sus resultados fueron sorprendentes, logró capturar copos perfectos del agua perteneciente al recipiente etiquetado y vibrado por amor (palabras y decretos). Por el contrario capturó distorsionada la muestra del recipiente opuesto con la palabra “odio”.
En conclusión, sugiero que encuentres la manera de purificar el agua que consumen tú y tu familia. Trata de tomarla a temperatura ambiente(lo ideal para mejorar la digestión sería a tu temperatura corporal) y sobretodo tómala en conciencia, pidiendo bienestar.
“El agua, espejo de las palabras”. Masaru Emoto
te responderá la vida”
¿QUÉ ES INTOXICACIÓN Y PARA QUÉ VIVIR DESINTOXICADOS?
Por una simple razón, la frecuencia vibratoria. Nicola Tesla, el famoso científico era vegetariano, no por su amor a los animales, si no por conservar su refecuencia vibratoria.
Sigmund Freud en su obra “Más allá del principio del placer (1920) retoma antiguos conceptos griegos que definen a las fuerzas que impulsan los cambios a nivel psíquico y tienen su raíz en la naturaleza. Freud, engloba estos dos conceptos como; “El instinto de vida” (regeneración, amor y creación) e “Impulso de muerte” (pulsaciones agresivas y miedo). A través de los años y del trabajo de otros renombrados estudiosos del psicoanálisis, estos términos se universalizaron como Eros o Amor y aquello que existe físicamente fue formado en la tensión de estas dos grandes fuerzas creadoras. Como resultado la naturaleza conserva las propiedades de cada una de ellas, esto lo podemos percibir en aquello que nos nutre: el agua, la luz solar, la espiritualidad, las frutas, los vegetales, los cereales, etc. Ellos vibran en la frecuencia creadora del amor o instinto de vida. Esta teoría limita los sentimientos y emociones a dos grandes conceptos
AMOR y MIEDO
Todo sentimiento vibración o emoción en su naturalidad se resumen en sentir amor o sentir miedo. El amor vibra con la vida, con la creación, con la fotosíntesis, la alegría el perdón, la fé… en cambio el miedo vibra con la envidia, los celos, la impotencia, la humillación, la angustia y cualquier sentimiento de rabia y desesperación. Regresando a los estudios de Masaru Emoto podemos comprobar cómo estas vibraciones afectan directamente a las moléculas del agua y por consiguiente a todas las células de nuestro cuerpo humano